Entre fanfics mal escritos, mates y otras drogas
Daniel llegó a casa justo a tiempo para la cena, cruzo la casa hasta llegar a la cocina, siendo recibido con un beso en los labios y un "Bienvenido a casa."
-¿Receta nueva? -Dijo mirando la olla, olía espectacular pero estaba seguro nunca haberlo comido con anterioridad.
-Si, lo vi en youtube, espero sepa cómo huele. -Dijo Tom, sirviendo la comida en dos platos. -¿Aquí o en el comedor?
-La barra está bien.
Al final Daniel repitió tres veces y Tom dos. Casi limpiaron los platos con la lengua. Lo hubiera hecho si supiera que su novio no le reñiría por ser un cerdo.
Tanta comida los puso somnolientos y optaron por irse a dormir temprano.
-Mañana probaré otras recetas de ese canal, ¿algo con pescado te parece bien? -Dijo Tom desde el baño.
-Claro, ¿y podrías hacer tu pastel de chocolate? Se me antojo.
-¿No estarás embarazado? Últimamente comes más de lo usual y ahora los antojos.
Daniel se rio con ganas, con lo hinchado que estaba por tanto comer parecía que estaba de dos meses.
-Solo es estrés, el trabajo se está poniendo pesado.
-Mientras no te quedes calvo, no me importa tener un novio gordo, pero definitivamente no calvo.
-¡Oye! ¡Eso fue cruel!
Tom se reía, saliendo del baño solo con sus calzoncillos. Daniel perdió su mirada en su brazo, asegurándose que el hechizo estuviera intacto. Ahí solo había piel lisa y lechosa, sin rastros de la Marca Tenebrosa.
-Vamos, tu me quieres así.
No pudo objetar con eso, Harry siempre había amado a Draco, lo suficiente para cometer un acto prohibido por él.
Cuando recibió la carta, supo que algo muy malo estaba por pasar. Interrumpió en la Mansión, descubriendo lo descuidada que se encontraba.
No tardó en encontrar al rubio recostado sobre su cama, sin signos de vida.
Fue difícil, tardó años en dar con el hechizo correcto, un ritual maya muy antiguo e igual de peligroso. Realizarlo correctamente le llevo otro par de años. Estaba seguro que con ayuda de Hermione todo ese tiempo se hubiera reducido a un par de meses, pero no podría decirle a su amiga que sus investigaciones sobre magia negra como inefable estaban destinadas a revivir a un muerto.
Al final el ritual consumió mucha de la humanidad de Harry y su magia, pero su núcleo mágico no se vio tan perjudicado. Ya no era tan poderoso como antes, eso era seguro, ahora era un mago promedio en comparación a su antiguo yo. Pero había resultado, y eso hacía que todo valiera la pena. Logrado su objetivo solo tuvo que fingir su muerte. Le destrozaba dejar a sus amigos, pero sabía que estarían bien sin él y era imposible que apareciera de la nada con un supuesto desaparecido Draco Malfoy.
Draco estaba con él, su corazón latía otra vez y sin recuerdos de quién era él. No se espero ese resultado, no era como un cascarón vacío ya que su alma estaba ahí, así que creó miles de recuerdos, ninguno de ellos relacionados al mundo mágico y por supuesto, con Harry siendo protagonista de muchos de ellos.
Ahora eran Tom Felton y Daniel Radcliffe, dos actores ingleses que se encaminaron a EE.UU. a cumplir con "el sueño americano". Simples muggles, ambos huérfanos y profundamente enamorados.
Juntos, como siempre debió ser.